Sevilla 17 de marzo 2020
El viento de ayer ha desparramado la flor del ciruelo sobre la hierba. Sin duda las estaciones prosiguen su cadencia. Lluvia nocturna y temperatura suave en Sevilla. Desde el ventanal de mi biblioteca puedo ver aún intactas las flores de azahar, adelantadas, sugiriendo naranjas. Agosto y septiembre vendrán con desayunos no faltos de zumos.
Segundo dia que pasan los españoles en estado de alarma, confinados en sus casas. Una somera navegación por facebook ofrece un panorama de actividad inagotable, como si todo lo que no sucede en las calles se hubiera trasladado a las redes. Es probable que se extenúe al virus hasta acotársele el hábitat donde seguir proliferando, pero otra virasis mortal para el alma prosigue infestando.
Grupos de wasap de médicos: el tono es el del pensamiento aplanado por el terror. Esta red social no permite reflexiones más allá de respuestas primarias y reactivas. No es una época que acoja la reflexión pausada y consistente de una autoridad acreditada por el conocimiento y el buen juicio. Otra suerte de autoridad pervive disuelta en los grupos de wasap en forma de opiniones que más bien parece el vómito intempestivo del miedo. Cada náusea pródromo pertenece a un sistema digestivo común del grupo. Cada vómito, a un individuo somatizado por todos.
Sin duda, la nueva generación de narcisos tiene problemas para interpretar lo Invisible.
Gracias! Ciertamente, aún se ignora por qué está pasando. Confío en que poco a poco iremos despertando , in sha Allah.
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